En territorio chileno se encuentra uno de los monumentos que por muchos años crearon polémica por la dificultad de su elaboración, comparado con el nivel de civilización. La isla, en su totalidad, es actualmente un parque nacional, y en ella se encuentran las cabezas gigantes llamadas Moais, además de vestigios de la civilización que una vez vivió en la famosa Isla de Pascua. El nombre oficial es Parque Nacional Rapa-Nui, y es patrimonio de la humanidad desde el año 1995. Esta isla tiene varias características que te harán querer visitarla, conocer su historia y ver con tus propios ojos a los famosos Moais.
Ese es el nombre real de las esculturas que podemos encontrar a lo largo y ancho de toda la isla. Son monumentos de piedra amarilla oscura que pueden medir entre 2 hasta 20 metros de alto. Según todas las investigaciones que se han realizado en la isla, las cabezas fueron esculpidas en roca volcánica amarilla oscura, que sólo se encuentra en las canteras del volcán Rano Raraku.
El territorio fue descubierto por primera vez por Jacob Roggeveen en 1722. El holandés se consiguió por casualidad con esta tierra un domingo de Pascua, ya que no figuraba en los mapas de la época. Más tarde fue renombrada por Felipe González, qu le puso el nombre Isla de San Carlos, en honor al rey español Carlos III. Finalmente fue declarada territorio chileno en el año 1888, y declarada parque nacional y monumento histórico en el año 1935.
Mucho antes de todo eso, los primeros colonizadores de la isla, según los historiadores, fueron 50 personas que llegaron a la isla conducidos por el rey Hotu Matua. Estos formaron una sociedad, realizaban rituales, construyeron santuarios, crearon su escritura pictográfica, y esculpieron a los Moais, que se creen que son los antepasados que cuidaban de los poblados y de los lugares ceremoniales. Mucho después llegaron a la isla los europeos, trayendo con ellos sus enfermedades, las que causaron la extinción de los Rapanui.
A pesar de que la civilización haya desaparecido, quedan muchísimos vestigios y huellas de su paso por la tierra. Al visitar la Isla de Pascua se pueden apreciar los restos de las casas y de los santuarios, y a los Moais vigilantes por toda el territorio, dándonos todo esto una idea de cómo vivían los Rapanui.
Aunque hay muchas teorías sobre la creación de todos los monumentos, incluyendo a seres de otros planetas, la historia más cercana a la realidad explica que las cabezas eran talladas dentro de la cantera del volcán, y luego se trasladaban rodando hasta su destino, donde eran alzadas en forma vertical dentro de un hueco hecho previamente. Las herramientas que eran más probablemente utilizadas para esta tarea eran los rodillos y palancas de madera, y esto además explica el estado de deforestación de la isla.
Quizás a algunos les parezca más interesante la historia sobre los extraterrestres que alzaron con su tecnología estos monumentos, para darnos algún tipo de advertencia, pero también es increíble que una civilización tan poco avanzada y con muy poco contacto con el resto del mundo tuviera la creatividad y la fuerza para realizar tales esculturas y santuarios. No esperes más para visitar las cabezas gigantes de la Isla de Pascua, ubicada en territorio chileno.